Sharenting. La emoción ante la paternidad.

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Ser víctimas de un robo de identidad o de acoso escolar, sentirse avergonzados, ser discriminados en el futuro o sufrir intromisiones en su privacidad: conoce los riesgos a los que expones a tus hijos antes de compartir información sobre ellos en las redes sociales.

Publicar fotos de tus hijos en Internet es una tentación difícil de resistir. Recuerdo muy bien lo maravillosos y especiales que eran cada uno de los pequeños gestos de mi bebé, y lo mucho que deseaba capturar esos momentos y compartirlos con todo el mundo. Incluso ahora que mis hijos son mayores, todavía me cuesta renunciar a la satisfacción que podría obtener si compartiera sus vidas en las redes sociales.

Pero el denominado sharenting —u oversharenting—, el hábito de publicar continuamente imágenes, vídeos e información sobre nuestros hijos en Internet, normalmente sin su permiso, es peligroso. Por ejemplo, se calcula que en 2030 será la causa de casi dos tercios de los casos de suplantación de identidad de los que serán víctimas los niños de hoy en día cuando lleguen a la edad adulta.   

Se trata de una realidad que a los padres que acuden a mi consulta les cuesta aceptar, sobre todo en el caso de los padres y madres millenials que actualmente comparten cerca de 300 fotos en Internet cada año. Lo peor es que estos padres lo hacen con la mejor de las intenciones. Están orgullosos de sus hijos, y desean que los familiares y amigos que viven en otros países puedan seguir formando parte de sus vidas. Sin embargo, desde aquí quiero hacer hincapié en que no hay forma 100% segura de compartir la vida tus hijos en las redes sociales, y que los riesgos de esta práctica superan a sus ventajas.

 

¿Cuáles son los riesgos del sharenting?

  • Etiquetar las fotos con el nombre, los apellidos y la dirección de los niños aumenta el riesgo de que sufran un robo de datos.

  • Las fotos de menores desnudos o semidesnudos pueden acabar en manos de ciberdepredadores y ser utilizadas como material pornográfico, por lo que podrían convertirse en víctimas de la pornografía infantil.

  • Muchos padres buscan ayuda en Internet y comentan públicamente los problemas de sus hijos, ya se trate de un problema de salud, de conducta o académico. Y lo que estos padres consideran una simple ayuda puede provocar que sus hijos sufran acoso escolar a corto plazo y afectar negativamente a su vida personal y profesional en el futuro.

  • Varios niños han denunciado a sus padres por violar su intimidad: una joven austríaca de 18 años ha demandado a sus padres por haber compartido más de 500 fotos suyas en Facebook sin su consentimiento; un niño canadiense de trece años que argumenta que las imágenes que sus padres han subido a Internet han arruinado su reputación ha decidido llevarles a los tribunales, y una joven holandesa ha iniciado acciones judiciales contra su abuela por negarse a eliminar sus fotos de Facebook.

  • Muchos niños afirman que se sienten avergonzados, que consideran que sus padres han vulnerado su derecho a la privacidad o que se han sentido traicionados por las fotos que estos han publicado online, sobre todo cuando se inician en el uso de Internet, habitualmente durante la preadolescencia o la adolescencia, y descubren que sus progenitores han compartido toda su vida a través de la red.

Teniendo en cuenta los numerosos riesgos que implica esta práctica, mi recomendación para los padres es que eviten compartir fotos, vídeos y datos de sus hijos mientras estos sean pequeños y que esperen como mínimo hasta que cumplan 13 años, la edad legal mínima para crear una cuenta en las redes sociales. Y que, cuando lleguen a esa edad, lo hagan únicamente con el consentimiento de sus hijos. Entiendo que este criterio puede parecer excesivo a muchos padres aficionados a esta práctica (los autodenominados «sharents»), así que he elaborado una lista de recomendaciones para compartir información sobre nuestros hijos en Internet de forma más segura.

Cómo compartir información en Internet de forma segura

  • Si consideras que hay algo que necesitas compartir, «hazlo con cuidado». Pídeles siempre permiso a tus hijos y considera las consecuencias de lo que vas a publicar a corto y largo plazo. Piensa detenidamente en cómo puede afectar a su autoestima y a su carrera profesional en el futuro.

  • No subas nunca fotos de menores desnudos, incluyendo fotos de recién nacidos, en el baño, en la playa, etc. Asimismo, evita compartir fotografías en las que aparezcan con poca ropa. Leah Plunkett, autora de Sharenthood: Why we should think before we talk about our kids online, propone a los padres una regla de oro excelente en este sentido: «no publiques ninguna foto en la que no estén completamente vestidos».

  • Revisa las políticas de privacidad de las redes sociales que utilizas habitualmente y limita el acceso a un círculo reducido y de confianza, de forma que únicamente puedan verlas tus amigos, no los amigos de tus amigos. Una vez en la página de configuración, repasa tu lista de amigos. ¿Cuántas de esas personas son realmente amigos tuyos? Plantéate la posibilidad de revisarla y de eliminar a aquellos usuarios con los que no mantienes una verdadera relación de amistad. A este tipo de personas les resultaría muy fácil hacer una captura de pantalla de una foto o una publicación y volver a subirla a Internet sin tu permiso.

  • Crea una alerta en Google con los nombres de tus hijos para recibir una notificación cada vez que alguien les mencione en Internet.

  • No compartas nunca su localización. Las funciones de localización y geolocalización pueden deshabilitarse a la hora de compartir imágenes. Asimismo, procura no dar pistas sobre los lugares que visitáis habitualmente.

  • No divulgues nunca su nombre ni sus apellidos.

  • Evita compartir toda vuestra vida en Internet; este hábito puede generar una auténtica biografía digital que podría tener consecuencias negativas en el futuro.

  • No utilices las redes sociales como álbum de fotos. Descarga vuestras fotos en un servicio de almacenamiento privado o, aún mejor, en tu propio disco duro.

No publiques ninguna foto en la que no estén completamente vestidos.

¿Qué deberías hacer si ya has compartido información sobre tus hijos en Internet?

  1. La primera recomendación que me gustaría dar a los padres en este caso es que revisen la configuración de privacidad de todas sus redes sociales, blogs, etc. y de todos los sitios en los que comparten o han compartido información. Configura todas las publicaciones, fotografías y álbumes como privados.

  2. Si tus hijos son preadolescentes o adolescentes, siéntate con ellos y examinad juntos las fotos. Pregúntales si desean que elimines alguna. Borra inmediatamente todas las que te indiquen. En el caso de los niños pequeños, mi recomendación es que elimines todas, pero si eso no es posible, tómate el tiempo necesario para revisarlas.
    > Borra cualquier publicación que pueda resultar comprometedora, como fotos íntimas o publicaciones que pudieran parecer divertidas en un primer momento pero que ahora consideres que pueden resultar embarazosas para tus hijos.
    > Elimina también cualquier publicación que contenga su nombre o su localización.

Aprende a evitar los riesgos del sharenting

Si publicar fotos de tus hijos en Internet ha acabado convirtiéndose en una adicción, no estás solo. La mayoría de las redes sociales están diseñadas para ser adictivas. Cada me gusta y cada comentario que consigues envía un subidón de dopamina al cerebro y genera dependencia. Como en el caso de cualquiera de las adicciones que he tratado —he trabajado con drogadictos durante una década—, romper con un hábito puede resultar muy difícil si no se hace de raíz. Prueba a eliminar las aplicaciones sociales de tu pantalla de inicio. Si eso no funciona, desinstálalas. Si aun así no consigues cambiar de hábitos, puedes probar una aplicación como Qustodio; ¡se trata de la misma aplicación que es posible que ya utilices para bloquear aplicaciones en los dispositivos de tus hijos, pero también puedes usarla para hacer lo mismo en el tuyo!

Educar a nuestros hijos es más importante que compartir su vida en internet

Nuestros hijos crecen en un mundo completamente digital cuyas consecuencias desconocemos, por eso es fundamental que los padres mejoremos nuestras competencias digitales. La inocencia de los primeros días de Internet ha llegado a su fin. Lo que sucede en la red se queda en la red y puede ser utilizado contra ti y contra tus hijos. Recuerda que educarles en valores es más importante que compartir su vida en Internet, y que darles ejemplo sigue siendo responsabilidad tuya. Si tú no proteges su seguridad y su reputación online, ¿cómo van a aprender a hacerlo por sí mismos cuando sean adultos? Habla con ellos sobre la importancia de conceptos como la seguridad y la ciudadanía digital. Enséñales a considerar detenidamente las consecuencias de lo que publican y asegúrate de hacer lo mismo.

Enséñales a considerar detenidamente las consecuencias de lo que publican y asegúrate de hacer lo mismo.

Notas al pie:

 

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