El Poder de los Likes: Qué le ocurre al cerebro de tu hijo en las redes sociales?

Cómo recibir o no recibir “me gusta” afecta a la autoestima, estado de ánimo y salud mental de los menores.

El poder de los "Likes" en el cerebro es tremendo, la respuesta cerebral es similar a la que se obtiene al ganar dinero. Esa sensación de placer se explica porque cada vez que recibimos un reconocimiento, a través de un like, nuestro cerebro genera dopamina, un neurotransmisor que activa la sensación de recompensa, por esto varios estudios comparan el efecto de los “me gusta” con algunas drogas.

Likes, el termómetro de la popularidad

Hoy el Like es un requisito entre los adolescentes para ser popular y, en muchos casos, determina la valoración que los chicos hacen de sí mismos, influye mucho en su autoestima y su autoconcepto. Estos chicos que han crecido junto a las redes sociales han adoptado los likes como símbolo de valor, de reconocimiento e incluso de autoestima. El número de seguidores y, sobre todo, la cantidad de likes o me gusta, se convierten en un termómetro de popularidad.

Implicaciones de la Tiranía del Like

Esta es la llamada “Tiranía del Like”, en la que cada vez más niños y adolescentes están inmersos inmersos hoy en día. Para muchos niños, el mundo digital se ha vuelto más importante que el real, hasta el punto de que genera ansiedad y problemas de autoestima si no obtienen el reconocimiento de sus seguidores o sufren el rechazo de ellos. Esto puede tener varias implicaciones:

  • Que los chicos ya no disfruten y se diviertan de forma espontánea tanto de las situaciones que vivan sino que se dediquen a provocar situaciones en las que poder hacer la foto que consiga más likes.

  • Que las horas siguientes a publicar una fotografía s vivan con bastante ansiedad, ya que, están condicionadas por la sensación de euforia que genera cada like y les puede llevar a consultan cada pocos minutos el número de likes. Se sienten mal cuando no alcanzan la cantidad esperada de likes. Están acostumbrados a la rapidez de Internet, lo que provoca que se frustren rápidamente si las fotos que suben a Instagram no reciben muchos likes o visualizaciones en sus stories al poco de publicarlas o si no responden rápidamente en WhatsApp.

  • Que la búsqueda de esta aprobación de los demás se vuelva en una obsesión o en una adicción. El grado de dependencia emocional y psicológica que se puede alcanzar el alta.

  • Que genere mucha competencia, los chicos compiten entre sí para ver quién es más feliz, interesante, guapo, gracioso o aceptado y los ganadores tienen una recompensa emocional y los perdedores sienten una elevada frustración

  • Que los chicos se pasen la mayor parte de su tiempo creando contenido para sus redes sociales y así pierden muchas habilidades necesarias para socializar en la vida real. Los chicos estudian cada publicación con el fin de que resulte más atractiva, consiga mayor número de me gusta y aumente así el número de seguidores.

  • Menos sueño y otros trastornos del sueño entre niños que se despiertan continuamente para comprobar sus redes sociales.

Compartir lo más importante del día a día en redes sociales es una tendencia más que asentada en nuestros días. Para estos jóvenes, los perfiles sociales son un escaparate en el que narran su vida, o mejor dicho, la imagen que ellos quieren que otros tengan de su vida. Porque, a fin de cuentas, detrás de esta sobreexposición se esconde una necesidad de aprobación y de aceptación por sus iguales, que no son sólo sus compañeros de clase y amigos, sino una amplia variedad de conocidos y desconocidos con los que interactúan a través de internet.

Consejos para ayudarnos a evitar que los más jóvenes de la casa caigan en esta ‘tiranía del like’:

  1. Habla con tus hijos. Es necesario mantener conversaciones con los chicos para saber cómo viven las relaciones interpersonales con su entorno, qué personas tienen más influencia sobre ellos o a quién siguen en las redes sociales... Este diálogo debe desarrollarse de forma algo natural, en momentos distendidos en los que se sientan cómodos; nunca después de una discusión por el uso del teléfono móvil que les lleve a encerrarse.

  2. Trabaja sobre su autoestima. Los adolescentes están en pleno periodo de formación de su carácter y de su personalidad, por lo que necesitan que se les valore desde fuera. Busca las cosas que haces bien y reconóceselo cuando menos lo esperes. Aunque pueda no parecerlo, nuestros reconocimientos y valoraciones refuerzan su autoestima y les pueden ayudar si experimentan algún rechazo o falta de reconocimiento por otros, por ejemplo en el entorno digital.

  3. Procura que tenga varios grupos de amigos. Con los que pueda experimentar diferentes formas de pensar y relacionarse. Si solo tienen un entorno de amistades serán mucho más vulnerables e influenciables si sufren algún rechazo o no se sienten suficientemente valorados. Un grupo relacionado con alguna de sus aficiones puede ser una opción

  4. Ponles metas a tus hijos, haz planes con ellos, pero siempre a medio o largo plazo. Es necesario que aprendan que las cosas más importantes requieren tiempo, esfuerzo y dedicación. Y que parte de la satisfacción se encuentra en el hecho de perseguir una meta, no solo en alcanzarla de forma inmediata y artificial.

  5. Si son pequeños, supervisa el tipo de fotografías y publicaciones que suben a las redes sociales y si suelen participar en algún tipo de reto. Observa si comienzan a publicar fotos atrevidas o en situaciones arriesgadas para conseguir la aceptación o aprobación de amigos y conocidos.

  6. Y sobre todo, monitorizar el tipo de fotografías y publicaciones que ellos suben a las redes sociales y si participan en los “retos “. También ver si empiezan a subir fotos temerarias o de situaciones arriesgadas para ganar aceptación y aprobación de sus amigos y conocidos. Por ello, una herramienta de control parental como Qustodio puede ayudar a conseguir esto de forma fácil y responsable.

Notas al Pie

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